Nuestros mayores, “el motor que impulsa nuestro día a día”.
Mi nombre es Susana Martín, y desempeño las funciones de gobernanta en la Residencia Virgen del Pilar, de Boadilla del Monte.
Mi departamento se encarga de los servicios generales del centro, y con la ayuda de todo mi equipo intentamos mantener el edificio en las mejores condiciones posibles.
Todos los centros contamos con buenos profesionales, con los medios técnicos adecuados para la realización de nuestras funciones y con los registros y procesos de calidad, que nos ayudan a mejorar cada día; pero sin duda, lo que hace este centro diferente de los demás, es la calidad humana de las personas que convivimos aquí cada día.
Somos una gran familia de alrededor 300 personas, las que consideramos la residencia como nuestro hogar. Pasamos aquí, tantas horas como en nuestra casa, con nuestras familias, y poder sentirte en el trabajo, tan a gusto, como en tu propia casa, es un privilegio.
Llevo ya 10 años trabajando aquí y desde el primer momento, sentí que empezaba a formar parte de una gran familia. Todos mis compañeros, son personas amables, alegres, positivas, con una gran vocación para ayudar a los demás. Mientras realizamos nuestro trabajo diario, intentamos repartir también un poquito de felicidad y alegría a nuestros residentes. No es raro escuchar cómo llamamos a cada persona por su nombre, porque queremos que se sientan importantes y no, uno más, en un lugar tan grande, donde uno puede sentirse solo, al no estar rodeado de su familia, ¡ojala podamos suplir un poquito esa ausencia con nuestro cariño!
Somos un centro abierto, en el que el horario de visitas no existe, para poder dar a las familias la facilidad de reunirse en cualquier momento con su ser querido.
Lo más importante del centro son nuestros mayores, ellos son el motor que alimenta nuestro día a día. Son personas amables, sabias, educadas, cariñosas y muy agradecidas. Siempre tienen un caramelo para darte, te piden un beso, se te quedan mirando esperando un saludo, no paran de repetirte lo amable que eres y de darte las gracias por la ayuda que les das. Eso es lo que hace gratificante nuestro trabajo, y que a mí, personalmente, me hace sentirme orgullosa del lugar donde trabajo.
Como en todas partes, cometemos errores, está claro que no somos perfectos. Y esperamos que con la ayuda y comprensión de compañeros, familiares y residentes podamos ir mejorando día a día, para conseguir dar el mejor servicio posible.
Mis áreas de trabajo principales son la limpieza y lavandería del centro. El departamento de limpieza, se encarga de mantener el edificio en las mejores condiciones de salubridad posibles y con nuestra propia lavandería, procesamos toda la lencería y ropa de nuestros residentes. En mi siguiente blog, daré más detalles de cómo organizamos esos departamentos, pero para presentarme, me parecía mucho más importante explicar las motivaciones que me hacen levantarme cada día y venir feliz a realizar mi trabajo.
Me gusta trabajar aquí, compartir mi día a día, con muchísimas personas, todas muy diferentes, de las que puedo aprender cosas nuevas.
Sentirse bien, con lo que uno hace cada día, es lo mejor que te puede pasar en esta vida.